Un gaseoducto, BMW y ahora Tesla: En 18 años, Hidalgo ha perdido diversas megainversiones

La llegada de Tesla a Nuevo León se suma a la lista de megainversiones que se han escapado de Hidalgo en los últimos años.

Con la determinación de Elon Musk de que la sede de su megaplanta de Tesla será en Nuevo León y no Hidalgo, se esfuma para el estado la quinta inversión millonaria de los últimos 18 años.

Aún cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador pretendía que la fábrica de automóviles eléctricos se instalara en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, con el argumento de que en la entidad del norte del país hay desabasto de agua, ayer se confirmó que el proyecto no llegará al estado.

Con ello, Tesla se escapa de Hidalgo con una inversión estimada en mil millones de dólares, en una primera etapa, y de hasta 10 mil millones en planes de expansión.

Esta no es la primera inversión que no se concreta para la entidad. En 2014, también se generó expectativa respecto a una armadora de BMW, con una inversión aproximada de mil millones de dólares, que terminó por aterrizar en San Luis Potosí.

En la búsqueda de que dicha armadora se asentara en Hidalgo, el gobierno contrató una deuda de más de 600 millones de pesos para la adquisición de un polígono en la región del Altiplano, donde finalmente se instaló Grupo Modelo en 2019.

En 2015 se anunció el desarrollo del gaseoducto Tuxpan-Tula, cuyo objetivo era generar energía a bajo costo, con una inversión de 458 millones de dólares. Este proyecto, que transportaría gas natural proveniente del sur de Texas hacia el estado, fue cancelado a finales de 2018 por la empresa TransCanada ante la resistencia de poblaciones indígenas.

En 2008, durante el gobierno de Felipe Calderón, la administración estatal encabezada en ese entonces por Miguel Ángel Osorio Chong contrajo una deuda de casi mil 500 millones de pesos, pues se anunció la creación de la refinería Bicentenario. Para este proyecto la entidad adquirió un predio en Tula de Allende pero fue cancelado por Enrique Peña Nieto en 2014.

Antes, en 2005, el gobierno del estado planteó el proyecto Aerópolis, que preveía la creación de un aeropuerto en Tizayuca, donde se adquirieron 900 hectáreas que no tuvieron este fin, y tiempo después la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) explicó que las operaciones aéreas de esta región del estado habrían obstaculizado a las de Ciudad de México.