Nacional
AMLO elegirá ministra de la SCJN tras segundo rechazo del Senado
Por segunda ocasión los senadores de oposición rechazan la terna que estaba compuesta por Bertha Luján, Lenia Batres y María Eréndira Cruz Villegas
El Pleno del Senado de la República rechazó por segunda ocasión la terna de aspirantes a ocupar el cargo de ministra de la Suprema Corte, que envió Andrés Manuel López Obrador, por lo que será el propio mandatario quien ahora habrá de designar a una de sus enviadas.
Tras dos votaciones por cédula que se realizó por segunda ocasión, no alcanzo la mayoría calificada que se exige para elegir a la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y lo nombres de Bertha María Alcalde Luján, Lenia Batres Guadarrama y María Eréndira Cruz Villegas Fuentes, fueron rechazadas.
En la primera votación de esta segunda terna enviada por el presidente, se emitieron 121 votos en total, de los cuales 29 fueron para Bertha Alcalde, 33 para Lenia Batres y 12 para María Eréndira y 46 en contra de la propuesta de las tres candidatas.
En la segunda votación se emitieron 121 votos en total, de los cuales 54 fueron para Lenia Batres, 16 para Bertha Alcalde, 2 para María Eréndira, 3 nulos y 43 en contra de la terna.
Pese a que es en Palacio Nacional de donde salen los nombres de la terna, es en el Senado donde regularmente se aprueba una de las propuestas que envía el Presiente, hoy no sucedió así.
Como lo advirtió la oposición en el Senado de la República, rechazaron la terna propuesta por el Ejecutivo federal para ocupar el cargo de ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por un periodo de 15 años, negativa que se ejecutó en votación como parte del rompimiento de acuerdos entre Morena y aliados con el partido Movimiento Ciudadano.
Por segunda ocasión los senadores de oposición rechazan la terna que estaba integrada, en esta segunda propuesta, por Bertha María Alcalde Luján, Lenia Batres Guadarrama e incluyó en esta ocasión a María Eréndira Cruz Villegas Fuentes, quien se desempeña como titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Cultura.
En la primera propuesta, el ejecutivo mandó la terna compuesta por Bertha María Alcalde Luján y Lenia Batres Guadarrama y María Eréndira Cruz Villegas Fuentes, esta última fuertemente criticada por desempeñarse como titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Cultura.
Ninguna de las integrantes de la terna para elegir una ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación alcanzó la votación requerida de los senadores, que corresponde a las dos terceras partes para llegar a ese cargo, por lo cual, el Ejecutivo tendrá que enviar una nueva terna a la cámara alta, misma que fue rechazada también.
En la primera terna y tras dos votaciones, los legisladores rechazaron a Bertha Alcalde, a Lenia Batres y a María Estela Ríos, quienes obtuvieron los 76 votos necesarios para ocupar el puesto, esto es, las dos terceras partes de los 113 senadores presentes en el pleno.
En la nueva terna aparecen dos de las tres propuestas que tuvo la anterior terna. Al no alcanzar las dos terceras partes de la votación, el Presidente podrá designar a la ministra de entre quienes propuso en la segunda ocasión.
La vacante en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ahora será designada por el ejecutivo federal, ante el rechazo del Senado de la república, por las propuestas hechas por el mandatario.
Por la mañana del miércoles, trascendía la ruptura del acuerdo entre Morena y aliados del PT y PVEM con Movimiento Ciudadano, para aprobar a la nueva ministra de la Suprema Corte se cayó tras el rechazo del partido naranja para apoyar al partido oficial.
Así lo dejó en claro el senador moresnista Ricardo Monreal, tras señalar que con quien tenían el acuerdo era con Movimiento Ciudadano, aunque también se habló con PAN, PRI y Grupo Plural, pero “en lo personal hablé con MC y otros senadores en lo individual. El consenso no se logró”.
Por otra parte, el líder del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, manifestó en redes sociales. “Hoy, el Grupo Parlamentario del PRI en el Senado de la República estará presente en la votación de la nueva Ministra de la @SCJN. Como lo anunciamos desde el principio, nuestra posición es en contra”.
Empresas
Corte discutirá si la renovación tardía fortalece el orden legal en materia de marcas
El proyecto sostiene que la medida evita apropiaciones oportunistas de registros vencidos.
La próxima resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación promete convertirse en un punto de referencia para el sistema marcario mexicano. En un contexto de dudas y presiones sobre el actuar judicial, el asunto que llegará al Pleno en la primera semana de diciembre pondrá a prueba la capacidad del Tribunal para afirmar certidumbre en medio de la inquietud empresarial.
El caso, contenido en el amparo directo en revisión 7274/2024, cuestiona la constitucionalidad del artículo 237 de la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, publicada el 1 de julio de 2020 durante la administración de Andrés Manuel López Obrador. Dicho artículo confirma que los titulares de registros marcarios pueden renovar sus derechos dentro de los seis meses posteriores a su vencimiento, periodo conocido como “periodo de gracia”.
De acuerdo con la lista pública de la SCJN, la Ministra Loretta Ortiz Ahlf propondrá declarar constitucional este artículo, alineándolo con el Protocolo de Madrid, vigente para México desde febrero de 2013, y con el Convenio de París, adoptado por nuestro país desde 1903. Su propuesta subraya que el periodo de gracia no constituye un privilegio indebido, sino un mecanismo para preservar la continuidad del derecho de marca y evitar que terceros se aprovechen de un vacío temporal.
La discusión, que podría resolverse este 11 de diciembre, representa una oportunidad para que la Corte reafirme la confianza del sector productivo en las instituciones. De avalarse la propuesta, se enviaría un mensaje de estabilidad jurídica y respeto a los estándares internacionales que rigen la protección de la propiedad industrial en México.
Justicia
TRABAJADORES DEL MONTE DE PIEDAD EXIGEN QUE ARTURO ZAYÚN ACLARE ENRIQUECIMIENTO MILLONARIO
Mientras el Nacional Monte de Piedad (NMP) acumula casi un mes de paro y más de 300 sucursales cerradas, crece el malestar entre los trabajadores sindicalizados. Un amplio grupo de empleados exige que Arturo Zayún González, secretario general del sindicato mayoritario, aclare las acusaciones de presunto enriquecimiento millonario dadas a conocer por distintos medios.
De acuerdo con una investigación de XPECTRO FM, retomada por Forbes México, el dirigente habría adquirido seis propiedades —cinco en San Luis Potosí y una en Playa del Carmen— entre 2012 y 2025. Las operaciones notariales suman 13 millones de pesos, aunque el valor de mercado de los inmuebles alcanzaría los 70 millones.
Las pesquisas detectan coincidencias que levantan sospechas: las mismas notarías, pagos en efectivo, subvaluaciones y transferencias a familiares cercanos. A ello se agrega la renta de un deportivo sindical en la Ciudad de México, cuyos ingresos no aparecen reportados ante el SAT.
El conflicto ocurre en un contexto de parálisis laboral que afecta a más de un millón de usuarios y ha sido calificado por diversos sectores como “más político que laboral”. Algunos trabajadores acusan que el sindicato exige transparencia a la institución, pero no la aplica en su propia gestión. “Nunca se han mostrado los estados financieros ni el destino de las cuotas. Y ahora vemos propiedades en su poder que han costado millones de pesos”, afirmó un empleado que pidió el anonimato.
Hasta ahora, Arturo Zayún no ha ofrecido explicación pública alguna. El caso amenaza con reabrir el debate sobre las viejas prácticas del sindicalismo corporativo que la Reforma Laboral de 2019 buscaba erradicar.
Justicia
El Bayo Valenzuela: el falso paladín anticorrupción de Chihuahua
Su narrativa de ética pública contrasta con una gestión plagada de silencio, discrecionalidad y sospechas de protección política.
El discurso anticorrupción de Abelardo Valenzuela: mucho ruido y ninguna justicia
El fiscal anticorrupción de Chihuahua, Abelardo Valenzuela Holguín, se ha convertido en un personaje recurrente de los foros nacionales sobre transparencia. Habla de autonomía, de rendición de cuentas, de “cerrarle la puerta a la impunidad”. Pero en los hechos, su nombre representa todo lo contrario: una Fiscalía convertida en escaparate político, con convenios para la foto, investigaciones congeladas y una justicia que solo funciona cuando conviene al poder.
Desde su llegada en 2022, su gestión ha sido cuestionada por la falta de resultados concretos y por presuntas afinidades partidistas. Su nombramiento, promovido por acuerdos entre grupos políticos, fue visto más como un pago de favores que como una apuesta por la independencia institucional. ¿Cómo puede un fiscal anticorrupción ser autónomo si depende de los mismos a quienes debería investigar?
Convenios, discursos y cero resultados
Cada aparición pública de Valenzuela es un acto de comunicación política cuidadosamente producido. Firma convenios, da conferencias, sonríe ante las cámaras. Pero detrás de esa fachada institucional no hay resultados visibles. No existen estadísticas transparentes, ni auditorías públicas, ni investigaciones de alto impacto resueltas.
Los grandes casos de corrupción estatal —los desvíos millonarios del pasado reciente— siguen en la impunidad. Mientras tanto, el fiscal presume “avances” mediáticos, como si un tuit o una fotografía sustituyeran a una sentencia firme.
En julio de 2025, durante la Cumbre Nacional de Fiscales Anticorrupción, Valenzuela se atrevió a decir que “en México ya no hay espacio para la impunidad”. La frase sonó bien en titulares. Pero en Chihuahua, la impunidad tiene oficina, horario y presupuesto… dentro de su propia fiscalía.
El espejo roto de la transparencia
Valenzuela ha hecho de la palabra transparencia un eslogan vacío. No existen portales de datos abiertos ni informes públicos detallados sobre las investigaciones en curso. Lo que sí hay es opacidad, discrecionalidad y silencio. Los ciudadanos no saben cuántos casos se investigan, cuántos se cierran o cuántos se archivan sin explicación. La fiscalía que debería rendir cuentas ni siquiera rinde las suyas propias.
El problema no es que Abelardo Valenzuela hable de combatir la corrupción: el problema es que nadie le cree. Su discurso perdió legitimidad porque la realidad lo contradice todos los días. Cada palabra sobre autonomía suena falsa en una oficina donde la línea política decide a quién se persigue y a quién se protege.
Abelardo Valenzuela “El Bayo” se presenta como el guardián de la honestidad, pero actúa como el fiscal que protege la corrupción. En su mandato, la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua se convirtió en una institución domesticada: dócil ante el poder, muda ante la verdad e incapaz de demostrar resultados.
Mientras siga repitiendo las mismas frases vacías —autonomía, transparencia, rendición de cuentas— sin entregar justicia real, Valenzuela seguirá siendo el símbolo del fracaso institucional en Chihuahua. Un fiscal que habla de ética, pero opera en la penumbra.
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